España votó este domingo (23 de julio) en unas elecciones anticipadas marcadas por un calor extremo y que arrojaron resultados más ajustados de lo que indican las encuestas.
Con más del 95% de los votos escrutados, el conservador Partido Popular (PP) liderado por Alberto Núñez Feijóo tiene ventaja sobre el Partido Socialista (PSOE) del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Con estos resultados, el PP obtendría 136 escaños, frente a 122 del PSOE.
El partido de derecha radical Vox ocupa el tercer lugar con 33 escaños y la coalición de izquierda Sumar ocupa el cuarto lugar con 31.
El Congreso de los Diputados tiene 350 escaños, por lo que se necesitan 176 para obtener la mayoría. Con los resultados actuales, ningún partido importante puede gobernar solo.
A partir de este lunes comenzarán las negociaciones para los acuerdos de toma de posesión y quizás Sánchez pueda seguir ejerciendo sus funciones como presidente del Gobierno (primer ministro) con el apoyo de Sumar y fuerzas más pequeñas e independientes.
Pese a su victoria, a Feijóo le resulta muy difícil llegar a la presidencia. Si no hay acuerdos, también es posible que dentro de unos meses se vuelvan a celebrar elecciones.
La calculadora de liquidación
Tras el intenso recuento de votos, que deja un resultado más cercano de lo esperado, comienzan los cálculos sobre quién podrá formar gobierno.
Las encuestas auguraban una victoria contundente del PP, pero sin mayoría absoluta, lo que le obligó a recurrir a Vox en busca de apoyos para gobernar.
Pero el PP y Vox no obtuvieron la mayoría suficiente para formar coalición. Los socialistas tendrán por tanto la posibilidad de formar otro gobierno porque tienen más opciones para crear alianzas con otros partidos.
«Siete años después volvimos a ganar las elecciones», afirmó Feijoó, líder del PP conservador, que pasó de 89 a 136 escaños, que sin embargo pueden no ser útiles para gobernar España.
«Los españoles dieron confianza al PP y nos dijeron que hablemos, y como líder del partido más votos debo liderar el diálogo e intentar gobernar con una victoria electoral», afirmó el político conservador, que afirma que el partido El que gane las elecciones debería liderar el gobierno.
Sánchez, pese a su segundo puesto, celebró que había mejorado sus resultados respecto a hace cuatro años y que el bloque de derechas no había alcanzado la mayoría necesaria para gobernar.
«Tenemos más votos y más escaños que hace cuatro años», dijo Sánchez a sus seguidores.
Pero es posible que el partido con más votos no pueda gobernar.
«Hay una serie de fuerzas políticas que insisten en entender que este país ha cambiado y salió del bipartidismo que conoció hace unos 30 años y ahora debe adaptarse a un parlamento más variado, con terceros partidos y fuerzas periféricas. Y Núñez Feijóo no puede conseguirlo.
Feijoó exigió al PSOE que no «bloquee» al Gobierno español, es decir, exigió a los socialistas que se abstengan de atacar un nuevo Gobierno, lo que parece improbable.
Una jornada electoral inusual
A pesar de lo inusual del llamamiento lanzado a mediados de julio, la participación superó el 70%, un nivel ligeramente superior al de las elecciones legislativas de noviembre de 2019.
Muchos ciudadanos votaron temprano para evitar el calor abrasador.
Muchos otros se mostraron a favor del voto por correo.
España nunca ha celebrado elecciones en pleno verano. En algunas partes del sur, las temperaturas alcanzaron casi los 40ºC.
En los colegios electorales, se encendieron ventiladores eléctricos para mantener a la gente fresca.
«Votar en esta época del año es terrible… debería prohibirse», dijo a la AFP María Suñer, de 80 años, en un colegio electoral de Madrid.
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