El Gobierno español anunció este martes 1 de agosto el cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), la más antigua del país.

Según informó el ministro español de Economía, Álvaro Nadal, durante una rueda de prensa, el Ejecutivo decidió no autorizar la solicitud de renovación de la autorización de funcionamiento de la fábrica, lo que determinará su cierre tras 42 años de actividad.

Una semana antes de que se cumpla el plazo fijado por el Gobierno español para tomar la decisión, Nadal explicó que el decreto ministerial que debe dictar el Ejecutivo «será una negativa» a continuar con la exploración porque las «circunstancias actuales» no garantizan un nivel de certeza suficiente. haciendo referencia a la oposición de todos los grupos políticos de la oposición a su reapertura y a la falta de entendimiento entre los propietarios de la empresa gestora de la fábrica, Iberdrola y Endesa.

La decisión del Gobierno se produce después de que, en febrero, el Consejo de Seguridad Nuclear publicara un informe favorable a renovar la licencia de funcionamiento de la central -cuyas actividades cesaron en diciembre de 2012-, siempre que se tomen determinadas medidas y que el Gobierno apruebe su reapertura.

Como explica El Mundo, la pelota quedó, por tanto, en el tejado del Gobierno, ya que las empresas propietarias de Nuclenor no llegaron a un acuerdo sobre la propuesta de Iberdrola de desistir de la petición presentada en 2014 para reactivar la fábrica en 2031.

La planta dejó de generar electricidad a finales de 2012, después de que el gobierno lanzara un nuevo impuesto al combustible que, según Nuclenor, sería insosteniblemente caro.