El número de casos confirmados de viruela símica en Portugal asciende a 710, de los cuales 77 fueron identificados la semana pasada, informó este jueves el Dirección General de Salud (DGS).
Todas las regiones de Portugal continental y la región autónoma de Madeira han notificado casos de infección humana por el virus de la viruela del mono, incluidos 509 (82,5 %) en la región sanitaria de Lisboa y Vale do Tejo.
Según la DGS, del universo de casos declarados en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, la mayoría pertenece al grupo de edad entre 30 y 39 años y son hombres, siendo ahora cuatro casos femeninos, dos más que hace una semana.
La presencia del virus en Portugal se detectó por primera vez hace tres meses, el 3 de mayo, recuerda la DGS en el informe semanal con datos recogidos hasta el 3 de agosto, este miércoles.
El 16 de julio se inició la vacunación de los primeros contactos estrechos de los casos y hasta la fecha se han vacunado 73 personas, de los 104 contactos considerados elegibles (70,2%).
La DGS indica que los contactos elegibles en las diversas regiones continúan siendo identificados y derivados para vacunación Desde el 1 de enero hasta el 2 de agosto de 2022, 23,357 casos confirmados y 112 casos probables de infección humana fueron reportados a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el virus de la viruela del mono en 83 países.
Ha aumentado el número de muertes vinculadas a la enfermedad
El número de muertes vinculadas a la enfermedad aumentó, en una semana, de cinco a ocho.
Portugal continuaba el 2 de agosto, según datos de la OMS, en el grupo de los 10 países más afectados del mundo: Estados Unidos de América (5.175), España (4.298), Alemania (2.677), Reino Unido (2.546), Francia ( 1955), Brasil (1369), Países Bajos (879), Canadá (803), Portugal (633) e Italia (479). Los más comunes de la enfermedad son fiebre, dolor de cabeza severo, dolores musculares, dolor de espalda, fatiga, ganglios linfáticos agrandados con aparición gradual de erupciones que afectan la piel y las membranas mucosas.
Un enfermo sólo deja de ser contagioso tras la curación completa y caída de las costras de las lesiones dermatológicas, un plazo posiblemente superior a las cuatro semanas, según la DGS.
«Especialista en café incondicional. Incapaz de escribir con los guantes de boxeo puestos. Adicto a Internet devoto».