¿Qué es?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «la hepatitis A es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis A, que se transmite principalmente cuando una persona no infectada (y no vacunada) ingiere agua o alimentos contaminados por las heces de una persona infectada».

Período de incubación

En la hepatitis A, el período de incubación -es decir, el tiempo entre la exposición al virus y la aparición de los primeros síntomas- varía entre 15 y 50 días.

Síntomas

Fatiga, pérdida de apetito, pérdida del olfato. A veces náuseas y vómitos.
Dolor en el lado derecho del abdomen, con sensación de hinchazón en el estómago, diarrea. A veces también hay dolores de cabeza y urticaria. Fiebre alta (39°C) uno o dos días.
Hay casos en los que los síntomas son leves o inexistentes (asintomáticos).
El diagnóstico se vuelve más evidente cuando hay un cambio en el color de la orina, que se vuelve más oscura, y las heces se vuelven más claras.
Cuando los síntomas mejoran, aparece ictericia (coloración amarillenta de la piel) en un plazo de dos a seis semanas. La fatiga persiste y la intensidad de la ictericia varía, desde un ligero color amarillento de los ojos hasta un intenso color amarillo verdoso de la piel y las membranas mucosas.

Hepatitis fulminante

La complicación más temida es la hepatitis fulminante. Esto puede ocurrir hasta en el 1% de los adultos. En estos casos, la mortalidad puede llegar al 70% y en ocasiones la única solución es el trasplante de hígado.

Brotes

Normalmente, los pacientes se recuperan completamente de la hepatitis A y mantienen la inmunidad de por vida.

Según la OMS, en 2016, 7.134 personas murieron a causa de la hepatitis A, lo que representa el 0,5% de la mortalidad causada por hepatitis viral. En Portugal, la Dirección General de Salud (DGS) ha identificado una epidemia de hepatitis A en febrero de 2017, en el contexto de una epidemia en Europa. Se han confirmado 582 casos, incluido el 84,3% en el grupo de edad entre 18 y 50 años.