La disminución de las precipitaciones y la falta de agua en los embalses están llevando a España a reducir el caudal de los ríos que entran en Portugal, donde esta «mala noticia» podría adquirir dimensiones «preocupantes» a partir del próximo verano, noticia, este miércoles, O Audiencia, haciéndose eco de la advertencia emitida por la vicepresidenta de la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente (APA), Pimenta Machado.
Tras el Guadiana, en la actualidad, la atención se dirige a la cuenca del Duero en suelo español, que, ante el agravamiento de la escasez de agua por la falta de lluvias, también se prepara para entrar en un régimen excepcional, por el que el país vecino queda exento de la condiciones acordadas en el Convenio de Albufeira, que rige el uso de las aguas compartidas entre Portugal y España, como los ríos Miño, Lima, Duero, Tajo y Guadiana. El Tajo, explicó Pimenta Machado, no es la excepción, pero tendrá «gestión de crisis» a partir de este mes.
En el diario, el vicepresidente de la APA indicó que una reunión de la Comisión de Aplicación y Desarrollo del Convenio de Albufeira, para discutir el régimen de caudales al que tendrá acceso Portugal, insistiendo en que la situación es «muy difícil».
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