España aseguró este jueves que el gas que enviará a Marruecos no procederá de Argelia, país que ha amenazado con romper su contrato con España si desvía gas argelino «a un tercer destino».

La ministra española para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, aseguró que “el compromiso con Argelia es que ni una sola molécula del gas que llega a Marruecos se pueda atribuir al gas procedente de Argelia”.

«Es importante para nosotros tener buenas relaciones con nuestros vecinos, tanto con Marruecos como con Argelia», dijo el funcionario del gobierno. “El acuerdo que ponemos a disposición en términos comerciales es la infraestructura para Marruecos, pero con la condición esencial de que sea Marruecos quien contrate el gas natural licuado en volumen que pase por este conducto”, ha explicado Teresa Ribera, que también es la tercera vicepresidente del gobierno español.

En concreto, Rabat podrá comprar gas natural licuado (GNL) en los mercados internacionales y enviarlo a España donde será regasificado antes de ser transportado a Marruecos a través del Gasoducto Magreb-Europa (GME).

Argel amenazó este miércoles con romper el contrato de suministro de gas con España si ésta lo enviaba «a un tercer destino», una referencia implícita a Marruecos.

Aunque la dependencia de España del gas argelino ha disminuido en los últimos meses, casi una cuarta parte del gas importado por España seguía proviniendo de Argelia en el primer trimestre, frente a más del 40% en 2021, según el responsable de la red gasista española.

Este gas es entregado a España por el gigante hidrocarburífero argelino Sonatrach a través del gasoducto submarino Medgaz, que conecta directamente a ambos países.

Argelia, principal partidaria del independentismo Frente Polisaria, no está satisfecha, ya que España decidió, a mediados de marzo, apoyar el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, con el fin de poner fin a casi un año de crisis diplomática con Rabat .

El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, calificó este sábado la nueva posición de Madrid sobre el Sáhara como «moral e históricamente inaceptable», al tiempo que aseguró que Argelia «nunca renunciará a sus compromisos de suministro de gas a España».