Varios países del mundo recomiendan e imponen medidas de ahorro energético y España no escapa a esta tendencia. Un documento aprobado esta semana determina que en lugares como oficinas, comercios, bares, teatros, aeropuertos o estaciones de tren, la temperatura del aire acondicionado no podrá ser inferior a 27 grados en verano ni superior a 19 grados en invierno. La medida estará vigente hasta al menos noviembre de 2023.
“He pedido a ministros y ejecutivos de los sectores público y privado que no usen corbata a menos que sea estrictamente necesario”, dijo la semana pasada el presidente del gobierno del país vecino, Pedro Sánchez. El ejecutivo aprueba hoy una medida destinada a contener el impacto del aumento de los precios de la energía y los riesgos de suministro de energía inducidos por la situación de conflicto en Ucrania.
Grecia e Italia también anunciaron medidas similares el mes pasado. En Francia se han aprobado multas de 750€ a los establecimientos que dejen sus puertas abiertas y en Hannover, Alemania, se ha prohibido el uso de equipos portátiles de aire acondicionado, excepto en hospitales y colegios.
La medida en España no ha caído bien con todos, con la administradora de la región de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, escribiendo en Twitter que «Madrid no se extinguirá. Crea inseguridad y aliena al turismo y a los consumidores».
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