“No tiene sentido ni deseo, por supuesto, mantener la misma presencia en los países occidentales”, dijo Lavrov durante una reunión con jóvenes diplomáticos recientemente reclutados por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Los diplomáticos rusos trabajan «en condiciones que difícilmente pueden llamarse humanas, constantemente les crean problemas, constantemente lanzan amenazas», dijo Lavrov.
“Pero lo más importante es que allí no hay trabajo después de que Europa decidiera cerrarse a nosotros, suspender toda cooperación económica”, continuó.
«¿Qué podemos hacer? No podemos obligar a otros a amarse», agregó el jefe de la diplomacia rusa.
“Los países del Tercer Mundo, tanto en Asia como en África, por el contrario necesitan una atención adicional”, aseguró, precisando que Rusia tiene muchos proyectos en estas regiones del mundo, en particular comerciales, “que requieren un seguimiento diplomático”. .
«Bajo estas condiciones, colocaremos el centro de gravedad en los países que están listos para trabajar en pie de igualdad y cooperar con nosotros sobre una base de beneficio mutuo», concluyó Lavrov.
Muchos países occidentales, incluidos Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, España, Austria, Bulgaria o Portugal, expulsaron en masa a los diplomáticos rusos tras el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania el pasado 24 de febrero.
En algunos casos, estas expulsiones van acompañadas de acusaciones de espionaje.
Moscú ha prometido responder a cada una de estas medidas, y decenas de diplomáticos occidentales ya han sido expulsados de Rusia.
La ofensiva militar lanzada el pasado 24 de febrero por Rusia en Ucrania ha provocado ya la huida de más de 13 millones de personas -más de seis millones de desplazados internos y más de 7,6 millones a países europeos-, según los últimos datos de la ONU, que clasifica a este crisis de refugiados como la peor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
La invasión rusa -justificada por el presidente ruso, Vladimir Putin, con la necesidad de «desnazificar» y desmilitarizar Ucrania por la seguridad de Rusia- fue condenada por toda la comunidad internacional, que respondió enviando armas a Ucrania e imponiendo medidas políticas y sanciones económicas a Rusia. .
La ONU presentó como confirmados desde el inicio de la guerra 6.306 civiles muertos y 9.602 heridos, subrayando que estas cifras están muy por debajo de las reales.
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