La gripe española de 1918 fue un asesino más efectivo que la Gran Guerra – Internacional

La epidemia de gripe española, que causó 50 millones de muertos entre 1918 y 1920, mató con más eficacia que la Primera Guerra Mundial, con sus diez millones de soldados muertos.

– ¿Era española? 🇧🇷

Los orígenes de la epidemia probablemente no tengan nada que ver con España. Pero entonces, ¿por qué persiste esta denominación?

Sin duda esto se debe al secreto militar que rodeaba la salud de los soldados durante la Primera Guerra Mundial, por lo que los periódicos de los países beligerantes no podían decir que hubo una epidemia que diezmó sus tropas.

Por otro lado, la prensa pudo escribir sin filtro sobre la gripe que afectó a España, un país neutral donde no había censura.

– Orígenes –

El origen exacto de la epidemia no se pudo establecer con absoluta certeza. Se sabe que los primeros casos detectados fueron en soldados estadounidenses en Kansas, en el centro de Estados Unidos, en marzo de 1918.

Desde allí, la enfermedad habría migrado a Europa, propagándose con las tropas.

La pandemia se propagó por el mundo en tres oleadas, la primera en la primavera norteña de 1918, que no fue tan mortal como las dos siguientes, mucho más virulentas probablemente porque el virus había mutado, volviéndose más agresivo.

– Virus –

El virus de la gripe en el origen de esta pandemia tipo A(H1N1), así como el agente responsable de la macroepidemia de gripe de 2009 (que causó 18.500 muertos según el informe oficial de la OMS y unos 200.000 muertos según dos estimaciones posteriores).

Se estima que todos los virus de influenza A que circulan entre los humanos en la actualidad son descendientes directos o indirectos de la cepa del virus de 1918, pero en una versión menos virulenta.

– Joven –

Actualmente, las epidemias de gripe estacional son particularmente peligrosas para los ancianos y los niños pequeños, mientras que la gripe española afecta principalmente a los jóvenes. Sus víctimas favoritas eran personas de entre 20 y 40 años.

– Virulencia –

Este virus era particularmente peligroso para los pulmones, pues provocaba una gravísima congestión de las vías respiratorias que provocaba la asfixia de los pacientes.

La gravedad de la epidemia también puede explicarse por el hecho de que hubo una guerra. Los movimientos de tropas han contribuido a la propagación del virus, y las heridas y las privaciones han pesado sobre las defensas de la población.

– Impacto global –

No existe una evaluación precisa de la epidemia. Según cálculos antiguos, este flagelo provocó unos 21 millones de muertos. Pero estimaciones más recientes sitúan el número en 50 millones, después de que el virus infectara a un tercio de la población mundial.

Los investigadores Niall Johnson y Juergen Mueller estimaron en 2002 que el «número real» de la epidemia podría rondar los 100 millones de víctimas.

Pocas regiones del mundo han escapado a la pandemia. Australia fue uno de los países menos afectados gracias a una estricta política de cuarentena.

La creación, en 1922, del Comité de Salud y de la Organización para la Higiene, antecesores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), respondió en parte a un deseo de luchar mejor contra este tipo de plagas.

– Víctimas famosas –

Entre las víctimas conocidas de la gripe española se encuentran el pintor austriaco Egon Schiele, fallecido el 31 de octubre de 1918, el poeta francés Guillaume Apollinaire (9 de noviembre de 1918) y su compatriota y dramaturgo Edmond Rostand (2 de diciembre de 1918).

Fuentes: AFP, OMS, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), publicaciones científicas como PNAS y Bulletin of the History of Medicine.

Eufémia Veras

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