La alumna Bianca Letícia Stefanini, de la Etec (Escuela Técnica del Estado) José Carlos Seno Júnior, de Olímpia, interior de São Paulo, fue aprobada para la carrera de Ingeniería Química en la Universidad de Jaén, en España. Su historial académico y sus tres años de clases de español fueron esenciales para él para conseguir el trabajo.
“Etec publicó toda la información sobre la inscripción al proceso de selección, me inscribí, porque una de las condiciones era tener un curso de español, y estaba esperando el resultado”, dice la joven de 18 años.
Antes de conocer la posibilidad de estudiar en Europa, Bianca perdió la oportunidad de luchar por un lugar en las universidades brasileñas, por falta de atención. “El año pasado cuando fui a hacer el Enem (Examen Nacional de Enseñanza Media), no encontré mi cédula de identidad, y no pude hacer ningún examen de ingreso, ni la Fuvest, ni la Unesp. Estaba desesperada y lloré mucho”, recuerda Bianca.
Fue cuando se presentó esta nueva oportunidad que se tomó la molestia de hacer un nuevo documento. “En marzo, cuando me presenté al proceso de selección en la Universidad de Jaén, le dije a mi madre que necesitaba otra copia del documento. Cuando [eu estava] buscando los documentos que necesitaba para la nueva identidad, encontré al propio RG, [ele] Yo estaba con los demás”.
Entre las opciones de cursos que ofrece la universidad española, Bianca eligió la que más le gustaba en el campo de las ciencias exactas. “El año pasado asistí a una feria de estudiantes y disfruté del curso de ingeniería química; cuando presentaban información era con lo que más me identificaba y por eso postulé a la Universidad de Jaén.”
Aún con la beca, Bianca tuvo que pagar su pasaje a España; además, la universidad exige seguro médico y pago de alojamiento. Obtener este dinero fue difícil.
“Pagamos la multa, que era de R$ 7.000, mi mamá tuvo que vender su carro. Fue muy difícil porque no teníamos una tarjeta con ese límite, no podíamos hacer el boleto, entonces la forma era pagar en efectivo. También pagamos el alojamiento, en este caso tuvimos que dar un depósito de R$ 3.000, y el seguro de salud, que eran R$ 2.500 adicionales”, explica Bianca.
Además de estos gastos obligatorios, la joven tendrá gastos de alimentación, transporte y todos los documentos necesarios para vivir fuera de Brasil. “Todavía no tenemos dinero para comida, buses y otras cosas”, lamenta.
Para ganar dinero, creó una charla virtual en internet. Para el 7 de septiembre, Bianca había recaudado R$ 2.150, pero la meta es recaudar R$ 7.000. La fecha de salida es el 12 de septiembre.
Como cualquier otro estudiante, Bianca tuvo que superar dificultades a diario. “Al comienzo de la pandemia, tuve que hacer malabares con la escuela y las tareas del hogar y, como mi madre trabajaba todo el día, yo me ocupaba de las tareas del hogar y de mi hermano. Fue bastante difícil adaptarme, porque a veces asistía a una clase y lavaba los platos al mismo tiempo. Tuve que adaptarme. »
Para enriquecer los contenidos impartidos en clase, el alumno ha desarrollado una técnica. “Empecé a estudiar por asignaturas, entonces básicamente estudiaba de asignatura por asignatura con preguntas, y las que no podía hacer o tenía dificultad, las intentaba aprender. De esta manera era más fácil conocer el contenido porque sabía lo que estaba haciendo mal. Este es el método que funcionó para mí.
Incluso sin los medios financieros para pagar una educación privada, Bianca hizo de la educación pública una oportunidad para el futuro.
“Estudié mucho, hice muchas tesis y vi varios videos en internet, nunca pagué ningún curso y aproveché las oportunidades que se me ofrecieron. Mi curso de español era público, así como el bachillerato en Etec”, se regocija la orgullosa Bianca.
* Aprendiz en R7, bajo la dirección de Karla Dunder
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