OAshington critica a México por haber tomado medidas para favorecer a sus propias empresas públicas de energía -CFE para electricidad y Pemex para petróleo y gas- sobre las empresas privadas estadounidenses. Estados Unidos lamenta que esto socava el desarrollo de fuentes de energía limpia y penaliza a las empresas que invierten en México.
Este cambio en la política energética del gobierno mexicano tiene «un impacto en los intereses económicos de Estados Unidos en varios sectores», lamentó la embajadora estadounidense para el comercio, Katherine Tai.
Esto “desalienta la inversión de los proveedores de energía limpia y las empresas que buscan comprar energía limpia y confiable”, agregó.
10 mil millones de dólares de inversiones estadounidenses en México podrían verse amenazados, según Washington, que asegura haber intentado -en vano- solucionar el problema, a través del diálogo, con las autoridades mexicanas.
«El gobierno mexicano expresa su voluntad de llegar a una solución mutuamente satisfactoria durante la fase de consulta», dijo hoy la Secretaría de Economía de México en un comunicado.
El procedimiento americano forma parte del Tratado Estados Unidos-México-Canadá (USMCA), vigente desde julio de 2021, en sustitución del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994.
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