Un error durante una votación permitió la aprobación, en el parlamento español, de la reforma laboral presentada por el gobierno. El Partido Popular pide reconsideración y acusa de «manipulación» al presidente de la asamblea.
La validación de la reforma laboral fue aprobada este jueves en el Parlamento español, gracias al voto favorable del diputado del Partido Popular (PP, derecha), Alberto Casero, quien la atribuye a un fallo del sistema, argumentando que su verdadera electrónica votar fue un «no».
El líder del PP, Pablo Casado, ha exigido al órgano de gobierno del Parlamento español que reconsidere la convalidación de la reforma laboral aprobada, en lo que considera una votación «manipulada» de la presidenta del Congreso de los Diputados (parlamento de cámara), Meritxell Batet , que continuó la votación sabiendo «el error del sistema», acusa al partido. «Es un fracaso para Pedro Sánchez [primeiro-ministro] que con esta manipulación parlamentaria hay que aprobar la medida bandera de vuestra legislatura”, reaccionó Casado, en un vídeo difundido por el PP.
El líder de la mayor fuerza política opositora de España argumentó en el mismo vídeo que si la mesa parlamentaria no reconsideraba la votación, llevaría el asunto al Tribunal Constitucional. “Lo que pasó ayer es algo que no es propio de una democracia desarrollada, se le avisó al presidente del Congreso que el diputado quería votar personalmente porque había un problema con el voto a distancia. Para reunirse, el presidente del Congreso no quería hacerlo. , porque era consciente del error del sistema y quería aprobar el decreto”, denunció el líder del PP.
El Congreso habría cancelado la reforma con un «no» de la diputada
Casado acusa a Meritxell Batet de querer aplastar los derechos políticos de una diputada y la voluntad del parlamento, ya que si el voto de la diputada Casero hubiera contado como un «no», el Congreso habría anulado la reforma laboral, después de que dos diputados de Unión del Pueblo de Navarra (UPN), con la que el Gobierno había obtenido la mayoría necesaria, votó en contra del diploma, eludiendo el mandato de su partido.
La reforma, en vigor desde finales de 2021, fue confirmada este jueves por 175 diputados contra 174, tras ser aprobada por el Gobierno a finales de diciembre.
El ejecutivo de Pedro Sánchez y los agentes sociales se encontraban en una auténtica carrera contrarreloj, porque la Comisión Europea exigía que esta reforma se aprobara a finales del año pasado, a cambio de la aprobación del plan europeo de recuperación y resiliencia, del que España es uno de los principales beneficiarios con una dotación de 140.000 millones de euros.
El texto de la reforma ha sido negociado y cuenta con el apoyo de las fuerzas que integran el Gobierno español, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (extrema izquierda), así como representantes de los interlocutores sociales, concretamente CEOE y CEPYME (pequeñas y medianas empresas) y las dos principales centrales sindicales, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT).
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