El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reafirmó este miércoles «la determinación de España» de sacar adelante un gasoducto en los Pirineos y la unanimidad con Portugal en este expediente, pero aseguró que los vínculos con Italia avanzarían si Francia retrasa el proceso.
“Lo que quiero transmitir es, en primer lugar, la voluntad de España de establecer este vínculo, en segundo lugar, el apoyo de todas las instituciones comunitarias, en primer lugar, el apoyo unánime de los dos gobiernos de la Península Ibérica, Portugal y España, y en tercer lugar, si el Plan A no avanza, tenemos que pasar al Plan B, que es la interconexión energética entre la Península Ibérica e Italia”, ha dicho Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno español respondía a las preguntas de los periodistas en Bogotá, durante una rueda de prensa durante su visita oficial a Colombia, y le preguntaron sobre la marcha del proyecto del gasoducto de los Pirineos, en concreto, si habló con el presidente francés, Emmanuel Macron, sobre el asunto después de que el alemán El primer ministro Olaf Scholz defendió hace dos semanas la construcción de un ‘oleoducto’ paneuropeo desde Portugal hasta Alemania. «Sin duda agradezco el interés de la canciller alemana Scholz en esta interconexión, pero si esto no se puede hacer por dificultades políticas internas en Francia, hay una alternativa», que es «establecer una interconexión entre España e Italia», Sánchez dijo.
El jefe del Gobierno español ha recordado que la Comisión Europea definió hace unas semanas las infraestructuras e inversiones en el campo de la energía que deben ser prioritarias dentro de la Unión Europea, siendo el gasoducto en los Pirineos una de ellas y, como «plan B», un enlace a Italia.
“A partir de ahí, lo que queremos es que se financie con dinero europeo”, a lo que accede la Comisión Europea, dijo.
Sánchez volvió a recordar que Portugal y España han insistido con la Unión Europea y Francia en la necesidad de acelerar las conexiones energéticas entre la Península Ibérica, que hoy es una «isla energética», y el resto de Europa.
Aislados energéticamente del resto de Europa, Portugal y España han desarrollado unas infraestructuras que, recuerda hoy Sánchez, ahora podrían ser utilizadas por otros países para importar y suministrar gas desde la Península Ibérica y así reducir su dependencia de países gasistas rusos como Alemania. .
Solo en el caso de España, el 30% de las capacidades de regasificación de la Unión Europea se encuentran en el país.
“Imagínese las capacidades que tenemos para ofrecer alternativas al gas ruso”, dijo Sánchez a periodistas.
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