El incendio, en un territorio incluido en la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica, incendió unas 25.000 hectáreas de superficie forestal y se originó en la primera ola de calor registrada este año, debido a los rayos de un temporal que provocó hasta 14 puntos de origen diferentes. las montañas (conocidas en español como Sierra da la Culebra).

Posteriormente se constató que el 15 de junio hubo, en la práctica, dos incendios de distinta procedencia, que se iniciaron con 20 minutos de diferencia, uno de ellos partiendo de Ferreras de Abajo y que quemó unas 490 hectáreas, habiéndose extinguido a los 45 días. La otra es de Sarracín de Pronto y aún no se ha extinguido.

Este incendio, que los bomberos aún no han dado por extinguido del todo, aunque fue controlado nueve días después de su estallido, afectó a un total de 15.002 hectáreas de árboles, 8.258 hectáreas de matorral, 813 hectáreas de pasto, 452 hectáreas de terreno agrícola y 211 hectáreas de otro tipo de superficie, según datos del Servicio de Extinción de Incendios de la Junta de Castilla y León.

Poco más de un mes después de aquel incendio, el 17 de julio, se produjo otro incendio en la zona, también provocado por un rayo, en el que fallecieron un bombero forestal y un ganadero. Las llamas quemaron unas 31.500 hectáreas, según mediciones realizadas mediante satélites del sistema europeo Copernicus.

Este incendio sigue siendo considerado activo por el Servicio de Extinción de Incendios de la Junta de Castilla y León 28 días después de su aparición en Losacio.

Además, el 24 de julio se desató otro incendio en la zona, en Losacino, que fue controlado tras quemar aproximadamente 1.600 hectáreas, incluidas aproximadamente 190 árboles, 451 matorrales, 49 pastos, 849 terrenos agrícolas y 55 de otros tipos de suelo.

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