España ha rechazado el plan presentado este miércoles 20 por la Comisión Europea para reducir un 15% el consumo de gas en el bloque debido a la actual crisis energética en la región. La ministra para la Transición Ecológica del país, Teresa Ribera, ha dicho en rueda de prensa posterior a la presentación: “no podemos asumir un sacrificio desproporcionado sobre el que ni siquiera nos han pedido una opinión previa”.
La intención del ejecutivo de la Unión Europea es que todos los países integren la reducción del consumo. Según Ribera, “a diferencia de otros países, España no ha vivido por encima de sus posibilidades desde el punto de vista energético”, y las familias españolas no tendrán que enfrentarse a cortes de gas o luz en sus alojamientos. Si se aprueba, el objetivo sería voluntario, pero las regulaciones incluirían una disposición que podría hacer que las acciones sean obligatorias en caso de un corte severo en el suministro.
Según la ministra, España defiende los valores europeos y se solidarizará con el resto de la Unión, «pero no en detrimento de los consumidores domésticos e industriales», que llevan mucho tiempo pagando «una factura muy alta» y que «no merecen restricciones o racionamientos”. En los últimos meses, además de los problemas con Rusia, el suministro de gas español se enfrenta a reducciones en el envío de producto desde Argelia, en medio de disputas geopolíticas.
Ribera a appelé les partenaires européens à «débattre clairement» de la question, et a déclaré que l’Espagne a un rôle fondamental en la matière, puisqu’elle est la porte d’entrée d’environ 30% du gaz qui arrive dans la región. El programa debía ejecutarse entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2022. Según la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, el objetivo sería ahorrar 45 mil millones de metros cúbicos (bcm) de gas.
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