España inaugura hoy un tramo del enlace ferroviario entre Cáceres y la frontera con Portugal, en Badajoz, a pesar de que voces críticas señalan que el enlace no tiene las características para ser designado como de alta velocidad.
Al viaje inaugural asistirán el Rey de España, Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Junta de Extremadura Española, Guillermo Fernández Vara, que viajarán desde Cáceres a Badajoz, donde se encuentra la institución ley.
Este tramo forma parte de la futura conexión Madrid-Lisboa, de la que, de momento, sólo estará en servicio el tramo entre Plasencia y Badajoz, en Extremadura.
La conexión ferroviaria entre Plasencia y Madrid seguirá realizándose en una línea convencional no electrificada. y de vía única (que no permite el paso de trenes fuera de una estación, donde uno de ellos debe estar parado).
Aun así, el trayecto en tren entre la frontera con Portugal, en Badajoz, y la capital española, Madrid, tardará 51 minutos menos.
Selon le parcours test effectué le 23 juin sur le nouveau tronçon (entre Plasencia et Badajoz), le train mettra deux heures et quinze minutes, avec deux arrêts (Mérida et Cáceres), auxquels il faudra ajouter près de trois heures pour ceux qui veulent aller en Madrid.
Este viaje de prueba contó con la presencia de la ministra española de Transportes, Raquel Sánchez, y una manifestación de la población saliendo de Plasencia.
promesa de 20 años
El «tren rápido» que circulará hoy no es un tren de alta velocidad a Madrid, como prometieron hace más de 20 años las autoridades españolas.
La promesa fue repetida por los distintos Gobiernos, sin llegar a materializarse nunca, hasta que en 2012 fue sustituida por la promesa de un “tren rápido”, que se materializará recién este año y en un único tramo.
Incluso se negoció con Portugal el tren de alta velocidad de esta línea, anunciando los dos países la conexión entre Madrid y Lisboa, vía Badajoz, durante una cumbre en 2002 entre los dos gobiernos, entonces encabezados por Durão Barroso y José Maria Aznar.
Para quienes se pronunciaron sobre el viaje de prueba a Plasencia, la conexión es «solo humo y no el tren digno que necesita Extremadura», la comunidad autónoma de España que limita con el Alentejo.
Entre las declaraciones de protesta, citadas por la agencia EFE, se encontraban expresiones como «gato en un puñetazo».
En Badajoz, Raquel Sánchez reconoció que la situación del tren en Extremadura, con más de un millón de habitantes, es «una injusticia», con tramos donde la velocidad máxima posible es de 50 kilómetros por hora y muchas incidencias diarias.
“Tenemos que disculparnos”, dijo, diciendo que todos los gobiernos eran responsables de que Extremadura tuviera una de las peores comunicaciones ferroviarias de España.
Las malas conexiones ferroviarias de la región llevaron a 40.000 personas de Extremadura a Madrid en noviembre de 2017 a manifestarse en el centro de la capital, exigiendo «trenes dignos».
Uno de los trenes cancelados en esta región fue el Lusitânia, en 2011, entre Lisboa y Madrid, que cruzaba la frontera portuguesa en Caia y entraba en España por Badajoz.
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