«El Estado español debería aprovechar esta oportunidad histórica para aportar una salida democrática que permita a los ciudadanos decidir el futuro, como ha hecho Reino Unido con Escocia o Canadá con Quebec», defendía Aragonès en un artículo titulado «La independencia de Cataluña: un acuerdo transparente debe establecer las bases y las condiciones para la organización de un referéndum”, se publica hoy en el portal del diario francés Le Monde, coincidiendo con la celebración, en Barcelona, de la cumbre anual entre España y Francia.
Pere Aragonès defendió que el Gobierno español «debe abrir esta nueva etapa para construir una solución a nivel político, un avance democrático en el marco europeo», y añadió que «no hacerlo o retrasarlo sería un grave error».
El referéndum debe ser «reconocido por todas las partes involucradas y contar con el apoyo de la comunidad internacional, como lo hacen las democracias avanzadas», agregó.
Para el presidente de la Generalitat, es necesario «construir soluciones a los conflictos políticos desde la democracia».
Según Aragonês, ahora es posible acordar un referéndum legal (a diferencia del ilegal de 2017) gracias al diálogo entre las autoridades regionales y nacionales.
«Empiezan a dar sus frutos las negociaciones sobre el fin de la represión, con medidas importantes como la abolición del anacrónico delito de sedición» a finales del año pasado del Código Penal español, en virtud del cual «han sido condenados a una sentencia acumulativa de cientos de años de prisión a varios miembros del gobierno y del parlamento de Cataluña, así como a representantes de la sociedad civil por haber hecho posible el referéndum de octubre de 2017”, escribió Aragonès.
El presidente de la Generalitat de Catalunya ha subrayado que “hoy en día existe una mayoría sólida, amplia y transversal en la sociedad catalana que quiere decidir democrática, pacífica y libremente sobre el futuro político” del territorio.
Pere Aragonès, de Esquerda República de Catalunya (ERC), asistió hoy a la recepción oficial de la delegación francesa en Barcelona junto al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pero abandonó el acto poco después de saludar y hablar durante unos minutos con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. , y antes de sonar los himnos nacionales de los dos países.
El Gobierno regional, ERC y todos los partidos y asociaciones independentistas han condenado la explotación política de Barcelona que consideran que ha hecho Sánchez al elegir la ciudad para celebrar la cumbre, con el objetivo de querer mostrar a los españoles y al mundo que independencia y el intento de autodeterminación y 2017 ha terminado.
Por eso, miles de personas han salido hoy a las calles de Barcelona, convocadas por decenas de partidos y asociaciones, para demostrar que el independentismo catalán «está vivo».
El actual Gobierno español, encabezado por el socialista Pedro Sánchez, se ha comprometido, desde que asumió en 2019, a «desjudicializar» el conflicto entre el Estado y Cataluña, «normalizar» las relaciones con la región y dialogar con las autoridades regionales.
Ya en 2019, el gobierno de Sánchez indultó a los independentistas que estaban en la cárcel tras el intento de autodeterminación de 2017.
A finales del año pasado se modificó el Código Penal para eliminar el delito de sedición, que había supuesto la detención de nueve independentistas y de los que han desaparecido otros catalanes que aún no habían concluido sus negocios o habían huido de la justicia, como el el expresidente del ejecutivo autonómico, Carles Puigdemont.
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