Una bebé de 20 meses murió en la madrugada del martes (30) después de que le cayera granizo en la cabeza durante una tormenta en Cataluña, en el noreste de España.
La información fue confirmada por el hospital al que fue trasladada la niña, en la ciudad de Girona, a una hora aproximadamente de Barcelona.
El siniestro se ha producido en La Bisbal d’Empordà, localidad que en la tarde del martes fue testigo de un inusual temporal. Según los lugareños, la granizada solo duró diez minutos, pero los carámbanos llegaron a medir 11 centímetros de diámetro, casi el doble del tamaño de una pelota de tenis.
Además del bebé, hirieron a una cincuentena de personas más, según informa el canal TV3. Las lesiones iban desde moretones hasta huesos rotos.
Automóviles, techos y la vidriera de la iglesia también resultaron dañados, según imágenes difundidas por el ayuntamiento y canales de televisión.
Según el servicio meteorológico Meteocat, las granizadas fueron las más grandes observadas en Cataluña durante dos décadas. Partes de la región advirtieron de más tormentas el miércoles (31).
El verano del hemisferio norte ha acumulado fenómenos meteorológicos extremos en muchas partes del continente europeo.
En Inglaterra, por ejemplo, los termómetros superaron los 40 °C por primera vez en la historia el mes pasado y el gobierno declaró el estado de sequía en la mitad del país. Varios países, entre ellos España, han sido escenario de incendios forestales. Los científicos atribuyen estos fenómenos directamente a la emergencia climática.
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