Jaime Ferreira, que hablaba ante la comisión parlamentaria de salud, criticó la concesión de tratamientos de radiocirugía por parte del Centro Hospitalar Universitário do Algarve (CHUA) a un grupo español, en el marco de una licitación internacional, «basada únicamente en criterios económicos».
“Hacer competiciones en las que el criterio es económico y cuando están empatados deciden entre bola, bola blanca o bola negra, no es normal”, sentenció.
Durante la audiencia en el Comité de Salud, donde se escuchó a la Associação Oncológica do Algarve a pedido del PSD, Jaime Ferreira dijo que en Faro «hay equipos de última generación capaces de realizar excelentes tratamientos, evitando que los pacientes estar expuesto a viajar cientos de kilómetros”.
El diputado socialdemócrata Rui Cristina justificó la petición de la AOA de una audiencia en el parlamento «ante el verdadero caos» en el que se encuentra el Servicio Nacional de Salud del Algarve y «ante la indignación que generan los pacientes que viajan a Sevilla para tratamientos de radiocirugía».
“Aunque es posible realizar tratamientos en el Algarve, hay algarvios que ya han sido diagnosticados con neoplasias que tienen que viajar a Sevilla para ser atendidos”, ha apuntado.
Para el diputado del Algarve, «es inhumano someter a pacientes ya frágiles a un viaje de cuatro horas, ser asistidos por profesionales que no hablan portugués, en transporte sin condiciones mínimas en caso de malestar y, a término, sin seguro de pasajeros en caso de accidente”.
Por su parte, el diputado socialista Jorge Botelho defendió que «todos los tratamientos deberán realizarse en el futuro en Portugal, en el Algarve y en un servicio público de salud», tal y como está previsto con la creación de un centro de radioterapia gestionado por el Servicio Nacional de Salud. .
El diputado recordó que anteriormente los tratamientos de radioterapia y radiocirugía los contrataba directamente el CHUA a la asociación, porque «no pasaban por el sistema de licitación pública» y cuestionó el acuerdo alcanzado con una empresa prestadora de servicios que justificaba que la concesión debía hacerse a través de una licitación pública internacional.
«¿Es la asociación que compitió por este contrato público o la Asociación de Oncología que se colocó directamente bajo la égida del código de contratación pública», se preguntó el ex alcalde de Tavira y la Comunidad Intermunicipal del Algarve (AMAL), recordando que hay un conjunto de reglas a observar.
Preguntado por el diputado socialista si era la asociación la que había solicitado o si era una empresa y, siendo una empresa, cuál es la participación de la asociación en este conjunto de tratamientos que hay que contratar, Jaime Ferreira admitió que «fue la empresa Quadrantes, perteneciente al grupo Joaquim Chaves que participó en el concurso».
«Las instalaciones pertenecen a la Associação Oncológica [do Algarve]luego se otorgó la concesión a una empresa autorizada para tal fin, que paga renta por la operación del edificio, del cual la asociación posee el 10% del capital”, precisó.
Jaime Ferreira aclaró que «no es la Associação Oncológica la que va al concurso, sino la empresa Quadrantes que pertenece al grupo Joaquim Chaves», y que la asociación «solo defiende el interés superior de las personas».
“No tenemos ningún interés privado en esto, solo en los derechos de las personas”, reiteró.
El portavoz de la asociación lamentó que no se tuvieran en cuenta factores como el interés del paciente o la incomodidad del transporte «a la hora de abrir un concurso en oncología en el que el criterio es sólo económico».
«Si un buen uso del dinero público es enviar pacientes a Sevilla para que se sometan a este tipo de tratamientos, no estoy de acuerdo, sobre todo porque estamos hablando de ahorrar unos cientos de euros», concluyó.
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