La española Abanca obtuvo un beneficio de 323,3 millones de euros en 2021, frente a los 160 millones registrados en 2020, en un año marcado por la integración de Bankoa y la incorporación de la actividad de Novobanco en España.

La entidad con sede en la región española de Galicia, que también está presente en Portugal, informa en una nota de prensa que ha mantenido su resultado «en el incremento de los ingresos recurrentes, con un crecimiento del 6,2% en el margen de base». El margen recurrente aumenta un 33,1% hasta los 241 millones de euros.

La facturación superó los 108.000 millones de euros tras registrar un crecimiento anual del 18,8%.

En el último año, la actividad ha superado los niveles anteriores a la crisis en los principales negocios: respecto a 2019, la formalización de préstamos inmobiliarios aumentó un 40,9%, la formalización de préstamos a empresas y particulares un 9,5%, las suscripciones netas a fondos de inversión se triplicaron y el volumen gestionado a través del servicio de gestión discrecional de carteras se duplicó en el año.

En Portugal, “la formalización de hipotecas estuvo un 58% por encima del objetivo y la financiación fuera de balance fue un 26% por encima de las expectativas”, se lee en el comunicado.

En términos de solidez financiera, el banco registró un índice Tex de 28,7% y una cobertura de morosidad de 85,3%. La ratio de capital total se sitúa en el 16,9% y el sobrecosto regulatorio en 1.527 millones de euros.

A principios de abril, Abanca compró la sucursal española del portugués Novobanco, operación que reforzó su posición en banca privada y fuera de Galicia.

Novobanco Espanha contaba con 10 sucursales ubicadas en centros urbanos de España.

La adquisición de la sucursal de Novobanco es la sexta operación de integración que realiza Abanca en los últimos años: Banco Etcheverría en 2014, Popular Servicios Financieros en 2017, Deutsche Bank PCB en 2018, Banco Caixa Geral (filial de Caixa Geral de Depósitos en España) en 2018 y Bankoa en 2020.